lunes, 24 de febrero de 2014

no quieren paz... sino guerra

Esto es lo que se deduce de las palabras escupidas hoy por el ministro español del interior... "un proceso de disolución y no de paz, porque no ha habido una guerra" y como no ha habido guerra, él, con ayuda de los ángeles y arcángeles y de todos los santos del celestial cielo que le acompañan habitualmente dirigidos por el guerrero Santiago Matamoros (recordemos el asunto de Ceuta), se encargará de que la haya si hace falta. No queremos paz porque no ha habido guerra... qué bonito. Y como no ha habido guerra... ¿para qué queremos la paz? Es mucho mejor seguir sin paz y sin guerra, pero matándonos y torturándonos unos a otros, con algunas diferencias... unos torturan y asesinan legalmente y otros ilegalmente... ¿para qué queremos paz?